viernes, 17 de diciembre de 2010

Algunos pueblos de Michoacán que forman la Ruta de Hidalgo

Este es el espectacular géiser de Ixtlán de los Hervores en la parte occidental del estado de Michoacán.

Creo que una de las cosas que podemos rescatar del Bicentenario es que se nos dio una mejor idea de los acontecimientos que envolvieron, en los primeros meses del movimiento insurgente, la vida del cura don Miguel Hidalgo. Quizá esa desmitificación de los héroes será la mejor herencia que nos dejen los multimillonarios festejos, y, ahora que estamos en la última quincena del año y que comenzamos a hacer el balance de lo que fue nuestro tiempo durante el año que está por terminar, pues a mi eso del Bicentenario lo que me dejó es que comencé a recorrer la Ruta de Hidalgo.

El blog que incié y que te he contado, hasta la saciedad, en el cual estoy recorriendo la ruta que van trazando las estelas de Cabeza de Águila, es para mi, muy en lo personal, mi manera de festejar esos doscientos años y te cuento que me ha sido de mucho beneficio, por un lado que me he adentrado a pasajes de la historia de los cuales no tenía la menor idea, de ciertos detalles que, cada que los comento aparece la pregunta ¿por qué nunca nos habían dicho nada de eso?

Pero, sobre todo, lo que más me ha gustado de estar haciendo este recorrido es que me ha llevado a los pueblos que ni idea tenía de su existencia y que he visto, hasta ahora unas 170 sitios en donde se marcó el paso del movimiento de insurrección, mismos que, vistos con la óptica del turismo cultural, consideron que son una fuente inagotable de posibilidades de explotarlos adecuadamente, teniendo muy en cuenta de que aquello de la mitificación de los héroes ya quedó en el pasado. A partir de Vista Hermosa, se puede uno maravillar con los caprichos de la naturaleza, a unos 35 kilómetros está el géiser de Ixtlán, ese lo ves desde la carretera y si te acercas esto es lo que podrás disfrutar. Y por Ixtlán de los Hervores también pasó el cura Hidalgo.

Adentrándonos un poco más por el mismo rumbo del valle de Zamora, llegamos a Ario de Rayón. En Michoacán hay varios poblados con el nombre de Ario, en el que estamos es en el que se ubica dentro del municipio de Zamora, según algunas referencias que llevaba, allí habían colocado una estela de Cabeza de Águila, así que hacia allá nos dirigimos...

Y no encontramos ninguna estela, pero si éste monumento a Lázaro Cárdenas, en donde aparecen unas torres de extracción de petróleo haciendo alusión a que fué él quién lo expropió, el que le dijo adiós a Huasteca Petroleum y a la Compañía del Águila del territorio nacional.

Algo hay en el teerritorio de Michoacán, será la humedad de algunas zonas, o el frío de otras, o el calor de otras más, o el color de su tierra colorada, o su comida, que ya es Patrimonio de la Humanidad, o sus pueblos que son una delicia, no sé, pero lo que sí pude comprobar es que "tirarse a perder" por estos rumbos es reconfortante y las vistas irán saltando una a la otra, le faltará rollo, o memoria, a tu cámara.

Y hasta Pueruándiro fuimos a dar, si bien, esta no es parte de la Ruta de Hidalgo, si tiene su relación con el movimiento Insurgente, pero ya en años posteriores a 1810 y lo mejor de Purúandiro es que muy cerca está Huango, un lugar que es un deber el visitar.

Con mapa en la mano y preguntando en todas las terminales de autobuses, pude llegar hasta Ziquítaro, allí también es parte de la Ruta de Hidalgo y sí hay una Cabeza de Águila, también vi este peculiar monumento a un personaje local. Lo curioso es que el busto está tomado en base a una fotografía en óvalo, o al menos esa impresión me dio.

Seguramente notarás el ambiente húmedo de este poblado, era la mera época de lluvias, todos los días me tocó, algunas fuetes que pensé se romperían los techos, otras leves, de esos "chipi-chipi" y claro está, también me tocaron las de moja pendejos. ¿Que cuáles son esas? pues las que pensamos (pendejamente) que no nos mojarán por ser de gota fina, pero que igual acabamos empapados...

Y esa fascinación que tengo hacia las casas de adobe no me harta, será porque mi infancia la viví entre enormes y gruesas paredes de adobe y que en las noches de verano me adormecía con la música provocada por el caer de la lluvia sobre las tejas de barro...

Será lo que sea, pero son en verdad encantadoras todas las construcciones que vas viendo por los pueblos de Michoacán.

Y ahora llegamos a Penjamillo, aquí tampoco es paso de la Ruta de Hidalgo, pero está muy cerca de ella. Fue necesario llegar aquí para transbordar y seguir a la zona rural en busca de más Cabezas de Águila.

El pueblo es con el mismo sabor de toda esa parte del estado de Michoacán...

Y, así como te lo conté hace algunos meses, cuando anduve por esa zona me encontré ojos de agua en abundancia, chicos, grandes y medianos. Uno de ellos, éste de Penjamillo. Y ahora que estamos por terminar el año del Bicentenario te invito a que en tus vacaciones unas la diversión con la historia, en Michoacán tienes material para rato...

1 comentario:

  1. michoacan tiene una gran riqueza , me quedo con las fotos gracias !!

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