martes, 21 de diciembre de 2010

Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confío...

Altar al Sagrado Corazón de Jesús en la parroquia de Calvillo, Aguascalientes.

En la parroquia de Jalpa, Zacatecas.

En la torre central del templo del Sagrado Corazón en Guadalupe, Zacatecas.

Hace pocos días me llegó un comentario en donde me decían que "como le haces para viajar tanto", me dio risa pero a la vez me hizo pensar en muchas cosas, en la cotidianidad, en mi cotidianidad, en mi entorno, fue una especie de yoyo, pensar solo en primera persona del singular. Pero no lo hice por sentirme distinto, más bien, por sentirme privilegiado. Por haber aprendido a, luego de tanto andar el camino, gozarlo, entenderlo, asimilarlo, respirarlo, y comermelo con los ojos para luego... compartirlo. (Estamos viendo un altar en la Catedral de Zacatecas).

Antes refunfuñaba mucho de la forma de ser de mis papás, especialmente del modo de el Amo del Bable, me llevó mucho tiempo, como tres cuartos de mi vida, lograr entenderlo, luego de ese largo y difícil ejercicio llegué a la conclusión de que cada quién se hace su vida a placer y cada quien encuentra placer en su vida. El mio, lo entendí a los 17 años, era sentir el camino, vivir el camino, gozar el camino. (Estamos viendo una extraordinaria escena en el Templo de San Antonio de Aguascalientes, maravilla de maravillas).

Andar por los caminos implica lanzarse en caída libre y sin protección alguna -así lo hago, así lo he hecho, creo que, así lo seguiré haciendo- y siempre pasan cosas buenas, agradables, únicas... antes me dormía en las playas, en las bancas, en las azoteas o en donde buenamente se pudiera, ahora con 55+ de años encima, uno busca algo de comodidad, de orden, de limipieza. (Ahora estamos ante un Sagrado Corazón en la Catedral de Aguascalientes).

Y aunque me alejo... en realidad siempre he estado alejado de mi casa... siempre me siento protegido. Creo, si es que me sigues, te ha intrigado un poco esa historia de las cartas de la baraja que me encuentro continuamente... ya no tan seguido, por cierto... bueno, esas cartas me ligan, como no tienes idea, a mi mamá y eso que hago de andar de "pata de perro" y de arriba para abajo no me incomoda, no me atemoriza, siento su presencia. (Estamos ahora en la parroquia de Luis Moya, un pueblo del estado de Zacatecas).

Y al entrar a cada uno de los 14mil templos que hay en México... híjole... ahora, así en número, apenas si conozco el 3, tal vez el 4% de todos ellos... pues al entrar, casi siempre encuentro una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, cosa que, me liga mucho a él, al Amo del Bable... no porque el fuera un santo -distaba mucho de serlo- no porque él le tuviera mucha fe, (eso no lo sé y jamás especularé al respecto)... sin embargo, una foto que conservo de él, en sus mocedades, lo veo junto a un Sagrado Corazón. Todo está dicho. (Estamos ahora en la Parroquia de Villa González, Zacatecas, uno de los templos más impresionantes que he visto en este año)

Y sí juntamos las cartas de la baraja que van apareciendo, con los Sagrados Corazones, que vamos reverenciando en cada templo al que entramos... la mancuerna está aramada y el camino seguirá siempre amplio y adecuado para seguir conociendo más y más de todo esto que en nuestro país abunda y que, simple, sencilla y llanamente, ignoramos. Las maravillas las tenemos casi enfrente, todo está en que sepamos apreciarlas. (Ahora estamos en Trancoso, Zacatecas, una de las Haciendas que se volvieron Municipio en nuestro país).

Así pues, en estos días que se supone son de recogimiento y de reflexión, yo, postrado frente a éste altar magnífico en Guadalupe, Zacatecas, doy gracias. Gracias por tener dos pies, dos piernas, dos ojos, dos oídos, dos brazos, dos manos... y dos protectores.

Y en la Sacristía del Templo de Santo Domingo, en Zacatecas, dento de la soleminidad que implica el recinto... sigo dando gracias. Soy afortunado, me enseñaron a ver lo que hay atrás de esas "cortinitas" que nuestra bonita sociedad a la que pertenecemos habitualmente no nos deja ver lo que realmente es valioso y maravilloso.

Y sí... aquí estoy, embebido, embelezado, sin deber ni temer; con mis dos amuletos, con mis dos protecciones... con mis dos guardianes que... si en vida no pudimos recorrer todo esto, ahora, que si me es posible lo hago, llevando siempre esa etérea presencia, gustando, viendo, oyendo, oliendo, probando....

Sagrado Corazón de Jesús... en Tí confío...

Jalpa de Cánovas, Guanajuato.

Purísima de Bustos, Guanajuato.

San Martín del Terrero, Guanajuato.

Jalpa de Cánovas, Guanajuato.

Cañada de Negros, Guanajuato.

San Martín del Terrero, Guanajuato.

¿?

Villa del Carbón, Estado de México.

Jocotitlán, Estado de México.

Creo que es la Catedral de Irapuato, Guanajuato.

Templo de Dolores Hidalgo, municipio de San Felipe, Estado de México.

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