sábado, 30 de abril de 2011

Leonora Carrington, su exposición en Puerto los Cabos

No sé si comenzar este artículo diciendo eso que ya he dicho en muchas ocasiones, eso de las "casualidades" que continuamente se me presentan (o, al menos, así lo veo y lo entiendo) y hoy 30 de abril día del niño iniciamos con una fotografía de Leonora Carrington en sus primeros años. Te darás cuenta que es una fotografía tomada de una fotografía, y que sobresale en ese limpio cielo azul del sur de la península de Baja California una palmera. Pues, sí, efectivamente, esta toma la hice hace poco en uno de los lugares más hermosos que hay en San José del Cabo en el cual han logrado concebir que el realismo del abrumante paisaje combine con el abrumador pincel surrealista de la más que inglesa, mexicana, Leonara Carrington.


Dado el éxito económico que ha representado la incursión de Los Cabos en la geografía turística internacional, su marina, concebida en los gloriosos setenta desde hace algunos años no se da abasto para recibir a los viajantes que tienen la oportunidad de hacerlo por la mar océano (ese término me impacto desde la primera vez que lo leí, razón por la cual siempre lo uso). Así fue que en la primera década del siglo XXI construyeron con mejor tecnología una nueva marina aprovechando una hondonada natural. De esa construcción fui testigo pues solía ir a ese rumbo cuando solo se llamaba "La Playita". En la actualidad la marina es una cosa espléndida que además de la belleza propia del lugar, tuvieron a bien colocar una exposición que, mejor lugar no pudieron encontrar: el camino que rodea la Marina de Puerto los Cabos.


Si te gusta la tranquilidad, si te gusta leer El Bable, si gustas de los distintos géneros artísticos que en México se desarrollaron, en este sitio estarás, practicamente, en la Gloria. Recordarás que hace más de un año, tal vez dos, nos fuimos a Xilitla a ver lo que Sir James Edward dejó en ese sitio, lugar, por cierto, conocido en sus inicios por Leonara Carrington, ya que ella era su amiga, fue ella incluso, la que invitó a venir a México a Edward, cuando tenía poco de residir en nuestro país. Esto sucedió en Cuernavaca.


Leonora Carrington nació en Inglaterra en 1917, estudió arte en Londres y Florencia. En París conoció a Max Ernst, alemán nacionalizado francés que fue uno de los precursores del Dadaísmo. Ese movimiento Dadá bien se puede considerar como el inicio de todos los estilos que fueron floreciendo a principios del siglo XX que van desde el Surrealismo hasta el Kitsch. Debido al avance de la invasión nazi, Leonora Carrington huye a Lisboa, lugar donde conoce al escritor mexicano Renato Leduc casándose con él para luego venirse a vivir a México.


Recordarás que igual te comenté de cuando, al visitar la Expo Bicentenario en Guanajuato, encontré allí una pintura de Alice Rahon, otra de las europeas que huyendo de la guerra llegaron a refugiarse a México y tenemos pendiente de hablar un poco sobre Remedios Varo, otra de las pintoras surrealistas que llegaron a México por los mismos motivos, ella, Varo, era considerada por Carrington como su alma gemela.


De surrealismo y otras tendencias artísticas podríamos seguir hablando mucho, pero no es el caso, reo que lo más interesante ahora es ver lo que se logró en esta exposición que seguro estoy es una muestra surreal dentro de lo más real que hay, es una confrontación de imágenes que potencializan tanto a las que la naturaleza creó como las creadas por Leonora Carrington. Antes de seguir viendo más de esta exposición te comparto esto escrito por la propia pintora en una carta que le dirigió a Remedios Varo:


"(9_9-9-9-9-9-9-9 (*)QQ-9,-9=QQ9). Lo que quiere decir: dos antílopes menos una colmena de abejas salvajes multiplicadas por una docena de monstruos de chocolate del siguiente modo: Mi madre, una radiante desposada arrojada a una desesperación languideciente por la frialdad Anglo-Británica de su marido, deambuló una noche iluminada por una luna creciente hasta los laboratorios conyugales situados en los lujosos establos que componían la finca familiar. Estos laboratorios eran el sitio favorito de los juegos inter-seminales de mi tío abuelo Juelep Edgworth.


Cansada de deambular, pesarosa por la tristeza y el chocolate, los faisanes rellenos, el puré de ostras 'a la creme' y otras delicadezas del estilo que englutía sin parar para llenar el vacío que le producía la actitud helada de su mando, se tumbó lánguidamente sobre un artilugio especial que tomó por un sillón. Imagínate este Artilugio Especial, era precisamente el último invento de mi tío Julep. El artefacto de gran precisión estaba lleno hasta los topes con novecientos galones cuadrados de secreciones seminales de todos los animales machos de la propiedad. No solo de los magnífico sementales árabes, los cerdos reales, los pequeños gallos y los inmensos coq-au-vin sino también de erizo tras erizo terriblemente mezclado con las de murciélagos y patos comunes, muy ordinarios. El tacto me impide relatar las reacciones bioquímicas de mi madre. En breve una panza hinchada que creció y creció hasta que en su punto más álgido era de una magnitud terrorífica y estalló con tal temblor que se oyeron las vibraciones a lo largo y ancho de la isla.


Así nací yo.


Bueno, recuerdo que un día le comenté a un amigo que yo había sido concebido en una noche de luna llena y él solo rió, no se que haría si hubiera oído la historia de Leonora Carrington... sigamos recorriendo la exposición...
























































viernes, 29 de abril de 2011

Las notificaciones de las Bodas Reales en la Nueva Espana, siglo XVI


El día de hoy que los medios de comunicación se volcaron sobre la boda real del duque de Cambridge y viendo, por azares del destino la BBC he podido ver todos los detalles de la celebración, de inmediato me hizo recordar los tiempos ya anejos y bien pasados en los que la Corona española gobernaba en México y que, por consecuencia, los aconteceres reales se daban a conocer en estas tierras de ultramar.

La primera fecha que, seguramente ni se enteraron en su momento del acontecimiento sino semanas, o meses, después de haberse celebrado, fue la boda real de Carlos V con Isabel de Portugal, esto sucedió el 11 de marzo de 1526, tendrían que pasar unos cinco o seis meses para que llegara la noticia a la Nueva España pues la carabela no cruzaba sino una sola vez al ano la mar océano y apenas se estaba construyendo la ciudad de México al modo español. Tal vez fueron los Dominicos que arribaron a Veracruz en junio 19 de ese año los que trajeron la noticia.

La siguiente boda real sería la de Felipe II, la primera de cuatro que él tuvo. " En 1541 el Emperador y su hermana, Catalina, reina de Portugal, se cruzan una serie de cartas para tantear el matrimonio. Y ya en el año 1542 comienzan las negociaciones de la boda, así el 1 de diciembre de 1542 se firmó en Lisboa el contrato matrimonial de don Felipe y doña María por el embajador español don Luis Sarmiento de Mendoza, así como el de la prometida boda entre el heredero del trono portugués, don Juan, con la hija menor del Emperador, doña Juana, aplazada ésta por la minoría de edad de la prometida. Una vez obtenida la dispensa papal, necesaria por ser primos dobles, se celebró la ceremonia por poderes el domingo 12 de mayo de 1543, en el palacio del embajador español don Luis Sarmiento de Mendoza, en Almeirim y figura éste como apoderado del novio; ofició el cardenal-infante don Enrique, tío de la novia. Esta boda no se consuma hasta el mes de noviembre del mismo año en la ciudad de Salamanca". En ese tiempo el primer Virrey de la Nueva España estaba resolviendo los problemas serios que enfrentaba con los "bárbaros del norte", los Chichimecas. Un anio antes habían concluido la guerra del Mixtón. Seguramente de esta boda real no se supo mucho en la Nueva España. Será bueno anotar que ella, María Manuela, contaba con 13 años cuando casa y fallece a los 17, así que Felipe II busca su nueva esposa.

Se casa en segundas nupcias con su tía en julio de 1554. "A finales de 1553 se anunció la boda de Felipe con su tía segunda María I de Inglaterra. Pero el problema era que Felipe era únicamente príncipe y duque, y era impensable el matrimonio de la reina con alguien de rango inferior. La solución de Carlos I fue renunciar al Reino de Nápoles en favor de su hijo. El 24 de julio de 1554 Juan de Figueroa, enviado especial de Carlos I y Regente de Nápoles, llegó a Inglaterra con la investidura formal de Felipe como Rey de Nápoles y Duque de Milán. Al día siguiente se celebraron los esponsales". María "la Sanguinaria" muere a los cuatro años, Felipe II, nuevamente viudo vuelve a casar. Cuando esta segunda boda, dudo que se haya celebrado algo en la Nueva España, pues era cuando el enfrentamiento con los Chichimecas estaba en su punto más álgido. Si te sonó familiar el apodo de esta reina, estás en lo correcto, en inglés se le decía Bloody Mary , de allí el nombre del coctel.

La tercera boda real de Felipe II, que sería la cuarta boda real del periodo colonial de México, fue con "Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia y Catalina de Médicis. Su infancia es algo incierta. Pero se cree que estuvo marcada por la relación de su padre con Diana de Poitiers, quien nunca ocultó sus amoríos reales. El primer pretendiente de Isabel fue Eduardo VI de Inglaterra, pero falleció en 1553. Su sustituto fue el príncipe Carlos, pero al quedar viudo su padre Flipe II, los planes se modificaron y Felipe se convirtió en el esposo de la joven Isabel. La boda por poderes tuvo lugar el 22 de junio de 1559 en París. Isabel pisaría territorio español por primera vez el 6 de enero de 1560 al llegar a Roncesvalles. El 2 de febrero de ese mismo año se celebró la misa de velaciones en Guadalajara con Isabel y Felipe presentes. Era la primera vez que ambos esposos se veían cara a cara. Se casaron en el Palacio del Infantado de esta ciudad". En 1560 la guerra Chichimeca seguía en el centro y moviéndose al norte de la Nueva España, pocos se habrán enterado de esta nueva boda real. Isabel moriría durante un parto en 1568. Una boda más tendría Felipe II.

Seguramente te habrás enterado (si es que el tema propio de Hola, Caras y Quién te interesa), que a este Príncipe que desposó el día de hoy, su finada madre le dijo que se casara por amor y ni por contrato; creo que al enterarnos de los detalles de las bodas reales del siglo XVI que afectaron, de alguna manera a México entendemos plenamente la razón del consejo, para ello veamos la cuarta y última boda de Felipe, con Ana de Austria II: "Nació archiduquesa de Austria, fue hija del emperador Maximiliano II (1527–1576), primo del rey Felipe II, y de la emperatriz María de Austria (1528–1603) que fue hermana de Felipe II. La acusada consanguinidad entre los cónyuges provocó que el Papa Pío V mostrara sus reservas respecto a este enlace pero finalmente otorgó la necesaria dispensa. Las capitulaciones del matrimonio entre Felipe II y la archiduquesa Ana de Austria se firmaron en Madrid el 24 de enero de 1570. La boda, celebrada por poderes, tuvo lugar en el Castillo de Praga el 4 de mayo de aquel año y la nueva Reina desembarcó en España, en el puerto de Laredo, el 3 de octubre".

A manera de colofón y de aclaración a la vez, te diré que no es que me esté dejando envolver por los acontecimientos sociales, y me alejo de la temática altamente mexicana de este Blog, sino que, por si no lo has notado, en México seguimos teniendo tan vigente la presencia de estos dos personajes Carlos V y Felipe II, que al ver los escudos de Puebla, Tlaxcala, y Zacatecas, entre otros, vemos los nombres de estos reyes. Y al ver los de la Ciudad de México, Chiapas y Guanajuato, entre otros, nos enteramos que por su real poder a estas ciudades se les otorgaron escudos practicamente reales.


Enlaces:


Para leer más sobre la boda de Carlos V, entra aquí:
http://personal.us.es/alporu/histsevilla/boda_carlos5.htm

Para leer más sobre la primera boda de Felipe II, entra aquí:
http://bib.cervantesvirtual.com/historia/CarlosV/8_5_comentario.shtml

jueves, 28 de abril de 2011

El recorrido que siguió Francisco Javier Mina, primera parte.

Este ejercicio que, sobre la vida de Xavier Mina comenzamos hace ya un par de años al enterarnos que la Hacienda de Jaral de Berrio fue propuesta por el Congreso del Estado de Guanajuato, a mediados del siglo XIX, a ser nombrada Ciudad Mina, propuesta que no llegó a buen fin y nunca se constituyó el mencionado pueblo. Luego comenzamos a dar cuenta de una buena cantidad de extranjeros que se unieron a la proclama de Xavier Mina de expulsar la tiranía del régimen de Fernando VII de la Nueva España; gente venida de distintas partes: Suiza, Francia, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Italia, Inglaterra y Haití.
.
Me parecía extraño que quince haitianos hayan llegado a México, pero así fue, según lo leemos en James Clark Milligan (1), pero, analizando esto es más que obvia la presencia haitiana en la guerra de Indpendencia, dado que Haití es la primera colonia en obtenerla y fue precisamente enfrentando la fuerzas napoleónicas; Haití proclama su independencia el 1 de enero de 1804, antes que cualquiera otra colonia en el Continente Americano. Y fue allá que Mina llegó luego de embarcar en Blatimore, aunque su permiso era para dirigirse a la isla de posesión británica Saint Thomas, fue a dar a Puerto Príncipe, justo en la época en que los huracanes son más frecuentes en el Caribe, era Septiembre de 1816. Don Manuel Ortuño, a través de un correo electrónico, tiene a bien hacerme una prudente aclaración: "Xavier viajó a Puerto Príncipe desde Baltimore, porque ese era su destino, el lugar a donde quería ir. Por una simple razón: En Puerto Príncipe vivía en ese momento Simón Bolívar y Mina y Bolívar habían convenido verse, encontrarse y hablar de la Expedición de Xavier a México". Y leemos en una de sus aportaciones sobre la vida de Xavier Mina y su encuentro con Bolivar que "En Puerto Príncipe se encontró con Simón Bolívar a quien había escrito y trataba de incorporar a sus planes de desembarco en México. También esperaba el apoyo de los delegados de los insurgentes mexicanos y del general Pietón, presidente de la nueva República. Tras entrevistarse varios días con Bolívar, en casa del comerciante inglés Robert Sutherland que más tarde relató estos encuentros, Xavier partió hacia Galveston, en tierras de Texas, sin convencer al Libertador. Pero contaba con algunos de sus ayudantes (Montilla, Infante, Revenga) y, sobre todo, el apoyo de la flota corsaria del comodoro Aury, puesta bajo pabellón mexicano con base en Galveston". (2)
.
Pero si de particularidades hablamos en la historia de Francisco Xavier Mina, comencemos por aclarar su nombre: Martín Xavier Mina. En Nueva Orleáns se hizo de un criado, de raza negra, el cual lo acompañó en todo su recorrido por la Nueva España, de esto nos da cuenta don Martín Luis Guzmán: "Porque, al convencerse de que todo esfuerzo era inútil, ya no pudo encontrar su caballo, ensillado oportunamente por el criado negro que venía sirviéndole desde Nueva Orleáns". (3)
.
A raíz de los artículos que aquí, en El Bable, hemos publicado sobre Mina, cada vez encontramos que hay más gente interesada en conocer y difundir la obra que, aunque en pocos días, Mina realizó en México, tanto es así que sus restos reposan en el monumento más emblemático que hay en México: la Columna de la Independencia. Personas de León, Cuerámaro y Valle de Santiago en Guanajuato; de San Luis Potosí, del Distrito Federal y también de la Navarra española que lo vio nacer, me dicen que deberíamos hacer un club o una especie de sociedad de admiradores de Mina, pues bien, antes de llegar a tal osadía veamos lo que la geografía nacional nos ofrece en sus casi dos mil quinientos municipios, ya que en dos de ellos hay el nombre de Mina, uno, en Puebla, precisamente en la que fuera colonia de emigrantes italianos que, cuando don Porfirio Díaz abrió la puerta para que se establecieran, llegaron ellos a asentarse a la Hacienda de Chipiloc, que luego se convirtió en municipio y se le llamó Pueblo de Chipilo de Francisco Javier Mina; el otro caso lo tenemos en el norte, en el estado de Nuevo León en donde uno de sus municipios se llama, sencillamente, Mina. Así que, aunque en Guanajuato no se haya realizado la idea de crear un nuevo municipio que llevara el nombre del caudillo, éste tiene presencia en Puebla y Nuevo León.
.
206 días fueron, tan solo, los que Mina pasó en México, sin embargo su huella fue profunda. Desembarcó en Soto la Marina, actual estado de Tamaulipas, el 21 de abril de 1817; fue fusilado en el cerro del Bellaco, en Pénjamo, Guanajuato, el 11 de noviembre de 1817... por si no mantienes vivo el calendario litúrgico, especialmente la hagiografía, esa que estudia a los santos, el 11 de noviembre es, precisamente, el día de San Martín de Tours, es decir, San Martín Caballero, ese que no muy lejos de por donde él pasó los primeros días de noviembre en la hacienda de Las Cuevas, se venera cada 11 de noviembre. Nosotros lo conocemos por asociación de ideas como Francisco Javier, ya que el solo nombre de Xavier, con X, lo agregamos noramalmente al Francisco, siendo que el se llamó Martín Xavier... San Francisco Javier, es, sin lugar a dudas, el segundo más importante dentro de los santos Jesuitas, arriba de él está solamente San Ignacio de Loyola. Francisco era de Xavier, de una población navarra, y de Navarra justo es donde nuestro admirado Marín Xavier Mina, nació. Indudablemente que tenemos mucho más para seguir hablando de él... en la próxima ocasión que lo hagamos trataremos lo que aquí titulamos: su recorrido por México.
.
Fuentes:
.
1.- Clark Milligan, James. José Bernardo Gutiérrez de Lara, mexicano fronterizo, 1811-1841. Gobierno del Estado de Tamaulipas, 2010.

2.- Ortuño, Manuel. Recuepración de Xavier Mina. Artículo en la Revista Hispania Nova, 2003.http://hispanianova.rediris.es/articulos/03_009.htm

3.- Guzmán, Martín Luis. Javier Mina. Grandes Novelas de la Historia Mexicana. Planeta - Conaculta. Barcelona, 2003

Nota: Nos ponemos como tarea adentrarnos en el estudio que sobre Xavier Mina el historiador español Manuel Ortuño hace, para saber tan solo un poco de su obra te invito a que leas el siguiente enlace:

martes, 26 de abril de 2011

Tratando de entender el significado de las imagenes en el juego de la Lotería Mexicana

El último día del año 2010, cuando estábamos celebrando el segundo aniversario de El Bable, te comentaba que uno de los artículos que más lecturas tiene es el relacionado al juego de la Lotería Mexicana, a través de los comentarios que me han llegado en él me doy cuenta del interés que existe sobre ese encanto tan extraño que ejerce el conjunto de 54 cartas que reflejan una serie de ideas tan disímbolas y contrastantes que aun hoy día no he logrado entender la razón por la cual se escogieron esos diseños. He consultado casi todos los sitios en donde se habla de la Lotería pero todos lo más que llegan a decir es que se introdujo el juego en México a mediados del siglo XIX y que su origen está en la Lotto que se jugaba en Italia, pero acerca de las imágenes, nadie ha dicho, hasta donde sé, nada acerca del por qué se eligieron precisamente ellas, así que, ahora trataremos de incursionar, en una primera parte, sobre el significado que pudieran tener las cartas. Hay simbolismos que no logro entender aun, o que no doy con la fuente adecuada para llegar a su comprensión, así que, sí tu que lees esto sabes de ellos, te agradeceré me hagas el comentario.


Hace apenas dos noches que cenaba con un animado grupo que gusta mucho de observar las cosas y de convivir armónicamente con la naturaleza, me comentaba de como se ha dado cuenta de la caballerosidad que tiene El Gallo y la atención que da a los detalles, de como se relaciona con los demás miembros de su comunidad. Esto me lleva a pensar en la razón por la cual se eligió al gallo como la carta inicial, aunque también me hace pensar que el gallo, siendo el que anuncia el inicio del día al cantar sonoramente en el alba, sea esa la razón por la cual encabeza las 54 cartas. Recordemos también cuan emblemático es el gallo en el pasaje bíblico que dice: "recuerda Pedro, que antes de que cante tres veces el gallo me habrás negado tres veces..."


Justo detrás del gallo, llevando el número dos en el conteo de las 54 cartas aparece El Diablo. Indudablemente que el simbolismo de este maligno ser es antiguo, escencialmente es representa el mal, pero también la traición, todo lo negativo, y el hecho de que aparezca justo en un segundo término me hace pensar que aquí, en el juego de la Lotería Mexicana, se considera en mucho la dualidad. Dualidad que se nos manifiesta más claramente en la tercera y cuarta carta: La Dama y El Catrín. Es decir, lo femenino y lo masculino. Pero, siendo un poco más analíticos, esto nos remite, además, al manejo del lenguaje que en México existía, pues en nuestros días son pocos aquellos que llegan a definir algo "catrinamente" a no ser las referencias sobre las calaveras de Posadas, en la que, gracias a él, hizo sobrevivir la palabra catrín, palabra que significa elegancia. Pero un caballero elegante es más que eso, un caballero elegante es un catrín en toda la extensión de la palabra, no me queda duda, como tampoco me queda duda en torno a la presencia machista dentro de los simbolismos, pues se dice de la dama y no más, por cierto, si notas bien, la dama va ataviada al mero estilo de los años cuarenta, con su traje sastre, pura elegancia, pero, a diferencia de la carta marcada con el emblemático número 13 El Gorrito, éste es de pleno estilo de mediados del siglo XIX, a diferencia de la dama que va un poco más moderna. Sacaremos por conclusión que las imágenes de la Lotería Mexicana han ido teniendo ciertas adecuaciones al paso del tiempo.

Sabemos perfectamente que en nuestro muy querido México, en ese que hasta en ocasiones denominamos como Mexiquito, no por pequeño, sino por mostrar nuestro cariño, hay solo tres cartas que van en deminutivo: la ya mencionada número 13 que no se refiere al gorro, sino a El Gorrito; el 26 que nos muestra a El Negrito y la 44 que nos menciona a El Cantarito. Será bueno observar que la vestimenta del negrito corresponde también a la usada ya en el siglo XX.

En Europa se jugaba al Juego de la Oca, se dice que ya desde el siglo XVI existía pero hasta finales del XIX se consolida. En el juego de la oca aparecen 63, una de ellas es La Muerte, que en la Lotería Mexicana aparece con el número 14 y, considerando que la oca llegó a México en la variante del juego de Serpientes y Escaleras, veremos que es precisamente La Escalera la que vemos aun en la Lotería con el número 7. El juego de la oca tiene antecedentes tan antiguos que nos remite a Egipto, en donde se jugaba el Senet, recordemos que en México tuvimos un juego muy antiguo que era también de casilleros, este era el Patolli.

Con esto entendemos que nada es nuevo bajo el sol y que los juegos de mesa han ido evolucionando y adecuándose a cada época de la humanidad. El Tarot, que si bien no es un juego de mesa sino un arte de leer o interpretar el futuro según se van presentando las imagenes de los arcanos, encontramos que, en el caso de los arcanos mayores hay tres que son retomados en la Lotería Mexicana: uno de ellos es La Quimera, (Quimera (mitología) que si bien no aparece en sí, si aparece en una representación quimérica, fantástica y son dos y son dualidad, es decir, uno masculino, el otro femenino: El Mundo, con el número 27, que no es otra cosa más que el mítico Atlas (mitología) que con su fuerza descomunal sostiene al mundo en sus espaldas; y La Sirena, personaje mítico por excelencia que nos dice de las debilidades masculinas ante la belleza femenina. Encontramos también que un antiguo simbolismo, venido también desde Egipto es el Ibis, símbolo de la avaricia. Ibis era la encarnación del dios egipcio Tot, el encargado de predestinar el futuro. En el siglo XIX la ciudad de México se encontraba aun rodeada de lagos, se podía accesar a la ciudad en canoa, consecuentemente La Garza era algo habitual en la zona y quizá está garza sea la manifestación del ibis egipcio.

Y si nos remontamos a la ciudad de México de mediados del siglo XIX con su canal de la Viga y otros más que nos retrató con sus palabras don Manuel Payno en donde de pronto nos describe esas vísperas del día de muertos y la entrada de docenas de canoas y chalupas desde Chalco con toda la producción de flores que la región de Puebla produce... indudablemente que nos estamos refiriendo a la carta número 48: La Chalupa. Y si estamos hablando del día de muertos en México, que cosa más representativa que La Calavera, carta que se presenta en la Lotería con el número 42.

En este tenor de ideas se me ocurre que la influencia egipcia del escarabajo y del tarot, la tenemos nuevamente en la carta número 40: El Alacrán. Y hasta aquí dejamos este primer intento de entender el por qué se eligieron las cartas que aparecen en la Lotería dejamos para un futuro artículo todo lo relacionado a la música, que, por tan solo mencionar algo, allí encontramos mucho para entender en esa complicada ensalada de ideas que tenemos en la Lotería Mexicana.



Enlaces:

Las imagenes aquí usadas fueron tomadas del juego de La Lotería que imprime Naipes Gacela, si te interesa adquirirla, aquí el contacto:
http://distribuidorajazek.galeon.com/

Ese primer artículo que publiqué sobre La Lotería Mexicana, lo puedes leer aquí:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/08/el-tradicional-juego-de-la-loteria.html

lunes, 25 de abril de 2011

Los trenes en la Baja California.


Hace cosa de cuatro años, más o menos, se oía aun del proyecto de llevar una línea férrea desde Tijuana, pasando por Ensenada, hasta llegar a un punto llamado Punta Colonet, para que, dada la proximidad que hay con el enorme mercado de la California norteamericana, y lo saturado de sus puertos, México ofreciera este servicio en el nuevo puerto de altura que luego llevaría la mercancía llegada esencialmente de los países del oriente asiático hacia la frontera norte y allí entregarla para que fuera distribuida en su punto final. Se llegó a decir que esa sería la obra emblemática de la actual administración federal, pero, al parecer, el proyecto ha sido detenido, una vez más. Digo que una vez más porque ya desde hace más de un siglo había la idea de crea este sistema ferroviario en el norte de la península de Baja California.


"Los proyectos con respecto a la construcción de un ferrocarril en la península de Baja California se remontan a la segunda mitad de la década de 1860. Estos planes surgieron en conexión con el establecimiento, el 9 de julio de 1866, de la Lower California Company en Nueva York. Esta empresa había heredado, por medio del traspaso, la concesión para el desarrollo y la colonización de la península que había sido otorgada por el gobierno del presidente Benito Juárez al estadounidense Jacob P. Leese y otros socios de San Francisco.


Además de continuar con el proyecto de las companías anteriores, que habían tenido dicha concesión (la Lower California Colonization and Mining Company, la Colonization of Lower California, entre otras) para el establecimeinto de colonias agrícolas en la península, la nueva empresa también contemplaba, en caso de que fuera factible, la construcción de un ferrocarril con el fin de facilitar el transporte de sus productos de exportación a Estados Unidos y otras regiones.


En una descripción extensa sobre las posibilidades para el desarrollo de la península, los directores de la Lower California Company senalaban la existencia de varios proyectos para la construcción de ferrocarriles entre California y los Estados Unidos. Todos estos, afirmaban, se terminarían en el transcurso de la década de 1870-1880, y podrían tener ramales que se extenderían a lo largo de la península bajacaliforniana... pero debido al carácter accidentado de la topografía, sería demasiado caro y difícil de realizar. Como opción más viable, por tratarse de elevaciones comparativamente más bajas, surgió la construcción de una vía desde la bahía de Los Ángeles hasta algún lugar en la costa noreste de Baja California hasta el pueblo de San Bartolo en la parte sur de la península. Después otro ramal podía ser tendido desde la bahía de Los Ángeles hasta algún lugar en la costa del Pacífico entre la bahía de Santa Rosalía y la punta Eugenia".


El proyecto de Leese no prosperaría, la concesión otorgada por Juárez ahora estaba en manos de capitales ingleses y México era gobernado por Manuel González, para la última década del siglo XIX se quizo desarrollar el valle de San Quintín como una próspera zona de cultivos, el cual contemplaba también la instalación de una línea ferroviaria:


El inglés "Alfred Percy Allsopp confiaba en que la terminación exitosa del proyecto ferroviario podría garantizar la llegada de grandes números de colonos a las áreas del cabo Colnett (Colonet) y San Quintín. Con este propósito, fundó una nueva compañía ferroviaria -la Peninsualr Railway and Telegraph Company- en sustitución de la antigua Peninsular Railway Company. Para entonces, se había modificado la ruta originalmente planeada. La nueva ruta, al tomar en cuenta el deseo de la nueva compañía de dar prioridad a la colonización del valle de San Quintín, se extendería desde San Diego hasta el valle de la Trinidad en la sierra de San Pedro Mártir y de allí se conectaría con Colnett y San Quintín en la costa; entretanto, otro ramal sería construido desde el valle de la Trinidad hasta Yuma, Arizona.


Para el verano de 1892, el trabajo sobre el ferrocarril había cesado. Para aquella fecha se había construido solo un total de 27 kilómetros de vía con los rieles tendidos, desde Estación San Quintín hasta Las Escobas. En septiembre de aquel año, Elisha Babcock, quien había vendido su empresa la San Diego Water Company, a la Companía Mexicana de Terrenos y Colonización, y había gastado miles de dólares en la construcción de ramales desde San Diego hacia la frontera, indicó que la Compañía Inglesa experimentaba problemas para encontrar fondos suficiente para seguir con la construcción de la linea peninsular.


Como quiera, esos pocos kilómetros construidos en San Quintín funcionaron hasta que el 23 de mayo de 1899 "se transfirió la posesión de la línea de 27 kilómetros al gobierno mexicano, que devolvió a la Companía Inglesa el depósito que había pagado al firmar la concesión. Después de algunos años, al no ver la utilidad de seguir manteniendo la línea peninsular en operaciones, el gobierno mexicano tomó medidas para su desmantelamiento y la venta de los materiales. En 1908, la Fundición de México contrató a L.M. Hutchinson para negociar la venta de los rieles y material rodante a la empresa Arizona & Swansea Mining Company of Wester Arizona. Sin embargo, la locomotora se perdió como resultado de intentar subirla a bordo del barco británico Drummuir, anclado en la bahía de San Quintín.


En la actualidad solamente vemos los trenes de carga que van de Tijuana a Tecate y Mexicali para de allí seguir, luego de cruzar el desierto de Altar, hacia Guadalajara. Y un servicio semanal de pasajeros que, con fines recreativos, traen turistas norteamericanos de algún punto cercano a la frontera a Tecate para mostrarle, entre otras cosas, el proceso de producción de la Cerveza Tecate.


Fuente:


Taylor Hansen, Lawrence Douglas. El Ferrocarril peninsular de Baja California. Introducción e impacto del Ferrocarril en el norte de México. R.B. Brown, editor. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. 2009

viernes, 22 de abril de 2011

La simbología del 4 entre los pueblos del antiguo norte de México: El pueblo Zía, en New Mexico.

   De números y símbolos hemos ya hablado varias veces, esta vez lo volvemos a hacer con el número 4 y lo de hoy corresponde a lo que se pensaba en el "bárbaro norte" lo que antes fuera aun territorio de la Nueva España, es decir, territorio mexicano, pero que luego pasó a ser parte de la Unión Americana. La razón por la cual dí con este dato se debe a que buscando sobre el Camino Real de Tierra Adentro en Nuevo México, traté de leer un libro que es considerado como el documento más antiguo en cuanto a incursiones española se refiere en el actual territorio de los Estados Unidos, y es el referente esencial a lo que ellos denominan el Sud-oeste Norteamericano.

  El libro se llama Historia del Nuevo México y su autor es Gaspar Pérez de Villagrá, uno de los primeros en incursionar en la zona. Habíamos visto hace algunos meses sobre la mítica Qviria y Cíbola, y como fue que fray Marcos de Niza engañó al virrey don Antonio de Mendoza haciéndole creer que en el norte había grandes riquezas. Villagrá, seguramente embelesado con la historia y llena su cabeza con ideas propias de los libros de caballería, tan populares en el siglo XV y XVI conquista esas tierras para la Corona española y les da el nombre de El Nuevo México

  El libro me ha sido bastante difícil de leer pues mantiene ese estilo propio del barroco con un español antiguo, más bien castellano, dice, por ejemplo, esto:

Debajo el polo Artico en altura,
De los treinta y tres grados que a la santa,
Ierusalem sabemos que responden,
No sin grande misterio y marauilla,
Se esparcen, tienden, siembran, derraman,
Vnas naciones barbaras remotas,
Del gremio de la Iglesia donde el dia
Mayor de todo el anio abraca y tiene,
Catorze oras y media quando llega,
Al principio de Cancro el Sol furioso,
Por cuyo Zenith, passa de ordinario,
De Andromeda la imagen y Perseo,
Cuya constelacion influye siempre,
La calidad de Venus y Mercurio,
Y en longitud nos muestra su districto...


   Éste, tan solo como ejemplo, nos dice que para leer el libro en un ritmo poético al que no estamos acostumbrados, se vuelve materia bastante complicada. Por suerte el libro está comentado por Mercedes Junquera y así vamos entendiendo mejor lo que el autor está diciendo. Por ejemplo todo esto del Cancro, el Sol, Mercurio y Venus; dice la editora, "la comparación es correcta. Nuevo México está situado entre el grado 31-20' y 37 N. Aproximadamente la latitud de Palestina". Y aquí me siembra una inquietud, pues comenta que había entre los españoles la idea de relacionar las ubicaciones de todos los nuevos territorios que iban rindiendo a la Corona española con la Tierra Santa.

  Pero entrando en materia, eso de la simbología del número 4 entre los pueblos denominados precisamente así: Pueblo, la editora dice:

"El simbolismo representativo juega una parte muy importante en la religión de los Queres. Uno de los símbolos más sagrado es el número cuatro. Cuatro eran sus mundos infraterrenales, y los puntos cadinales de sus cruces en que el viento traía el cambio de temperatura de las cuatro estaciones. Había cuatro creaciones de vida. Se celebraban cuatro fiestas al año en el pueblo. Se reza cuatro veces al día. Después de nacer un niño la madre permanece recluida por cuatro días. Al bautizar al niño se tiran al aire cuatro flechas en dirección de los cuatro puntos cardinales. Al morir se deposita comida en la tumba por cuatro días. Se guarda el luto por cuatro días, cuatro meses o cuatro años. El símbolo más conocido fueron sus palillos cruzados que significaban el mágico número cuatro". (1)

  Este símbolo es el usado a manera de bandera en el estado de Nuevo México, sus significados son muchos: son cuatro grupos de cuatro rayos solares. El sol, como ombligo, está al centro. Los antiguos habitantes de la región, los llamados Pueblo, llamaban a esta representación Zía. Zía, quizá una deidad, daba cuatro bienes, cuatro regalos: Los Cuatro Rumbos (norte, sur, este, oeste). Las cuatro estaciones (primavera, verano, otoño, invierno). Las cuatro fases del día (amanecer, mediodía, tarde y noche). Las cuatro fases de la vida (niñez, juventud, madurez, vejez).

Hombre del pueblo Zía.
Fuente:

1.- Gaspar de Villagrá. Historia de Nuevo México. Edición de Mercedes Junquera. Crónicas de América. Ediciones y Distribuciones Promo Libro. Madrid,

martes, 19 de abril de 2011

La CH, la Ñ y la LL. Siguen vivas, con puntos y comas a pesar de los cambios aprobados.

   Ya no sé hace cuanto tiempo se dictaminó el cambio, ese cambio que decía que ahora se aprobaba el escribir con todo tipo de faltas de ortografía y que se desaparecían algunas letras del alfabeto del idioma que hablamos. Algo dijo don Gabriel García (el mismo que conocemos como García Márquez... ya viste que no es igual... no es lo mismo decir Gabriel García a García Márquez, no es lo mismo decir Andrés López a López Obrador... cuestión de enfoques). Sigo sin aceptar esas razones que hace poco se dieron. Y la aprobación o desaparición de nuestra lengua de algunas letras. El día de hoy te invito a ver tan solo tres palabras que, en este caso, aportó la lengua náhuatl al español, todas ellas con la bonita letra CH, letra que difícilmente se cambiará por una sola C:

Chincual: (del azteca TZIN, el trasero, y CUALITZTLI, carcomer.) m. Salpullido que sale a los niños recién nacidos; comezón en los músculos y al rededor del ano. (Tzinco: en el ano).

Chipote: (del mexicano XIPOTLI, de Xipochehua), hacer chichones o torondones.

Chípil: (del azteca TXIPITL). Adj. Dícese del niño enfermizo a causa de hallarse encinta la madre.


Todo esto fue tomado del Diccionario de Mejicanismos (con J) de Francisco J. Santamaría...

El cuexcomate, posible origen del silo de forma cónica.


Hace poco te contaba de como quedé sorprendido en las viejas haciendas zacatecanas al ver la agrupación de conos que como Silos fueron las bodegas de granos que esa fértil tierra producía, también te decía de como hay algunos de particular forma que asemejan a una tolva. En uno de los artículos de los silos un lector me hizo la pregunta de cuál era la razón por la cual la forma era cilíndrica, pensé en responder directamente, aunque lo hice, de que era la forma ideal de mantener los granos; solo que, creo hay una razón más poderosa y más tradicional y antigua del por qué la forma del Silo es cónica, creo que es debido al Cuexcomate.

"El cuexcomate clásico, el de directo origen prehispánico, se encuentra ya únicamente en el estado de Morelos, especialmente en el sureste y colindancias con Guerrero y Puebla. Es de forma ahusada, con base cilíndrica de unos 2 o 3 metros, que se ensancha en su parte media y termina como un cono truncado.

Las paredes están formadas por una armazón de varas entretejidas cuidadosamente. La armazón es recubierta por ambos lados mediante lodo minuciosamente mezclado con paja: al secar adquiere gran dureza. El techo está construido por haces de paja tejida o dispuesta de modo muy compacto: las aberturas para ventilación o respiraderos conservan su nombre prehispánico: cuexcomaxitli, así como las tapaderas cuexcomalli". (1)

Creo que todo en México nos conduce a aprender un doble sistema, el europeo y el local. Somos tan mestizos que ni de eso nos damos cuenta, cosa que, por cierto, cada vez me agrada más.




Fuente:

1.- Molorui M. Enrique. Superviviente a través del tiempo, el Cuexcomate. Revista México Desconocido. México. Mayo de 1979.

La fotografía en color fue tomada también de México Desconocido pero no tengo el dato de en cuál de sus números. La fotografía en blanco y negro aparece en el libro Puebla Ilustrado de J.R. Southworth, 1901.

sábado, 16 de abril de 2011

Monopolio y corrupción, la mancuerna perfecta en la economía virreinal.

No debemos de tener sorpresa alguna ante los monopolios tan grandes que han existido y siguen existiendo en México, esto es una herencia, de las malas, que nos dejaron los peninsulares, los del otro lado del Atlántico desde hace algo ya próximo a los cinco siglos. Dentro de las medidas de "control"que se implementaron fue la creación o, más bien, la importación desde España, del control de los productos que representaban mejores ingresos y ventas seguras a través de la figura denominada "estanco".

Pemex y Comisión Federal de Electricidad son los ejemplos más claros de lo que fue el estanco y de la profunda raíz que los peninsulares sembraron en nuestro país. Solo que, en la era novo hispana los estancos eran el del Azogue, lo que conocemos como Mercurio, indispensable para los procesos de extracción de la muy codiciada plata, es decir, había mucha plata, pero para sacarla era necesario el azogue, por ende y con creatividad, se determinó controlar la explotación, extracción y venta del mercurio. Creo que aquí aplica aquello del que "si no es Chana es Juana". Se controlaba también al tabaco, cosa que aun hoy día en España e Italia el gobierno lo sigue haciendo. Se controlaba la pólvora, cosa más que entendible; se controlaba algo que se antoja extraño: los naipes. Sí, efectivamente, las cartas para jugar, la baraja, solo se permitía aquellas que eran impresas en España, pero, así como hoy día en todos y cada uno de los mercados de los 2500 municipios mexicanos hay la piratería de discos y películas, entonces había la piratería de las cartas. Lo más increíble era que se había creado un estanco muy particular, cuando me enteré de ello se me antojó falso que hubiera un control de semejante cosa, pues lo que se controlaba era la producción, venta y distribución de la nieve. Las nieves que cubrían al Popocatépetl, al Iztaccihuátl, al Nevado de Toluca, al de Colima, todas eran controladas por el estanco establecido para ello.

"Varios ramos en la Nueva España estaban sujetos a monopolios en beneficio de la Real Corona, entre ellos se encontraban el mercurio o azogue, el tabaco, los naipes, la pólvora y la nieve. Esta se obtenía del Popocatépetl, del Iztaccihúatl, del Nevado de Toluca y de otras cumbres de nieve perpetuas. La nieve no era manejada directamente por la Real Hacienda sino que el Gobierno hacía periódicamente, por lo general cada cinco anios, el remate del Estanco de la Nieve en México, Puebla, Atlixco, Tehuacán y otras ciudades y villas cercanas a las fuentes de abastecimiento.

El asentista o contratista que tomaba en arriendo el estanco era el único que podía introducir la nieve en su territorio y en su establecimiento preparaba las mixturas o la nieve simple o batida, que vendía directamente al público y que preparaba también para fiestas o reuniones y para su venta en los centros de diversión, teatros, corridas de toros, peleas de gallos, ferias, etc.

Sin embargo, la principal fuente de ingresos de este asiento era la venta de nieve en trozo a quien la solicitaba y el suministro de la misma en botillerías o refresquerías. La nieve en trozo se vendía generalmente a un real la libra. Dado que se hacía difícil de conservar en aquel tiempo la nieve por varios días, los contratistas tenían que abastecerse de ella a diario o casi a diario, y lo hacían por medio de un servicio rápido de transporte de burros y mulas, llamados la posta de la nieve.

Las botillerías eran tiendas donde se vendía toda clase de refrescos y bebidas heladas por medio de la nieve. Con mucha frecuencia, los remates periódicos del estanco lo hacía a través de los años, una misma persona o familia, que de este modo se convertía en monopolista de la nieve en su ciudad, como fue el caso de Miguel Rementería y de su familia, que fue arrendataria del estanco de la nieve en la ciudad de Puebla desde 1767 hasta 1823 por lo menos.

Aunque solamente a los asentistas les estaba permitido vender la nieve, ya fuese preparada o en trozo, dada la facilidad que existía en muchas poblaciones, de abastecerse de nieve en las cumbres cercanas, no faltaban los contrabandistas de este producto. Los que beneficiaban esa nieve y la vendían al público se llamaban funcioneros.

Este comercio clandestino era frecuente no obstante las multas que se imponían a beneficio de la Real Hacienda. A los contrabandistas se les decomisaba además la nieve y las bestias utilizadas para transportarla y a los funcioneros los utensilios que empleaban para beneficiarla. Estos decomisos por lo general iban a parar a manos del asentista como compensación por la baja en las ventas que sufría en ocasión de esos contrabandos. Al igual que otros estancos, el de la nieve subsistió en el país hasta algunos años después de la consumación de la Independencia". (1)

"Muy poco a poco, entre 1620 y 1787, se fueron estableciendo en diversas ciudades y villas del centro del virreinato, las únicas hasta entonces con acceso a una fuente segura de nieve y hielo, asientos del ramos arrendados a particulares. Para beneplácito de la Real Hacienda, hacia finales del siglo XVIII el sistema de estanco producía practicamente todo el hielo y los helados de la Nueva Espana y había asientos de la nieve arrendados en Atlixco, Córdoba, Cuautla, Celaya, Durango, Guadalajara, Jalapa, México, Oaxaca, Orizaba, Puebla, Querétaro, Sultepec, Tehuacán, Temascaltepec, Tenancingo, Tlaxcala, Toluca, Tulancingo, Valladolid, Veracruz, Zamora y Zacatecas". (2)

"Los helados eran especialmente caros, solo podían disfrutarlos con frecuencia los ricos hacendados, los comerciantes de fortuna y los más altos funcionarios, mientras que la escasa clase media sólo los consumían en fechas muy señaladas y los pobres no llegaban a catarlos. La carestía de helado motivaba que muchas casas importantes, y no pocos conventos, adquiriesen la nieve para fabricar sus propios helados. De esa forma, el asentista, que era el fabricante de helados en exclusiva, debía no solo vigilar la fabricación de helados en las casas particulares y en el interior de los conventos, sino también todo el mercado negro del hielo que proliferó como consecuencia del elevado precio de los productos". (3)

Fuentes:

1.- Diccionario Porrúa de historia, biografía y geografía de México. Editorial Porrúa. México, 1995.

2.- González de la Vara, Martín. El estanco de la nieve 1596-1855. El Journal, UNAM. México.

3.- Zamora Carranza, Manuel. La Frontera del Frío. Universidad de Sevilla, 2004.