jueves, 5 de mayo de 2011

El Negrito de la Lotería, personaje clave del entretenimiento del siglo XIX

Uno de los propósitos que me hice en año nuevo, que no es porque crea en eso, sino porque el aniversario de El Bable es justo el 31 de diciembre, fue el profundizar, en medida de lo posible sobre el tema de La Lotería Mexicana. En un artículo reciente, di cuenta de lo que considero son las explicaciones a los simbolismos que se guardan dentro de las imagenes, bellas entre las bellezas que hay en los juegos tradicionales mexicanos. Son ideas en las que he estado pensando a lo largo de un par de años y que ahora poco a poco van cobrando forma y sentido, van tomando un rumbo que nos va indicando las ideas que había en México, a mitad del siglo XIX, cuando el juego se implementó, y de como las figuras nos van indicando el sentir popular en nuestro país.


La Lotería Mexicana ha ido sufriendo cambios a lo largo de un siglo, las imagenes de El Negrito que ahora vemos tienen una cierta influencia, por la vestimenta, a lo que fueron los cánones de los años treinta del siglo XX, sin embargo guardan un significado muy profundo que en ocasiones, nos llevan más allá de cien años. La imagen que hoy vemos es la de El Negrito y de ella podemos concluir varias cosas.


Sucedió que en el siglo XVIII unos esclavos africanos, venidos del Congo y avecindados en Veracruz, dicen unos, otros que en Puebla, es decir, no en las ciudades que llevan ese nombre, sino en los estados que igual se llaman, nació un personaje que siendo negro, se dijo siempre ser mexicano, y con justa razón, pues en México nació. Llevó por nombre José Vasconocelos, pero será bueno no confundirlo con el José Vasconcelos que fuera Secretario de Educación, título que, por cierto, no existía entonces, pues se le nombró Ministro de Instrucción Pública. El José Vasconcelos del que hablamos fue un singular personaje que tuvo la cualidad de rimar todo aquello que él hablaba.


"Daremos unas muestras, con perdón de los lectores. Abre la antología de este dieciochesco Vasconcelos la siguiente anécdota divulgada por el doctor Rafael S. Camacho, dignísimo Obispo de Querétaro en aquellos tiempos: “Residiendo una vez el Negrito Poeta en Tepeaca, Puebla, frecuentaba la cantina de un español; entre ambos acostumbraban decirse llanezas más o menos crudas y alguna vez el español tendió su mano al negro para saludarlo y éste le puso la suya, que el cantinero retuvo con fuerza, la llevó a su propio trasero y arrojó sobre ella una sonora ventosidad. Los corifeos celebraron la ocurrencia con estrepitosas carcajadas, lo cual sufrió el Negro sin inmutarse. Pasó el tiempo y ambos se encontraron en otro lugar de copas y al saludar el Negro al hispano hizo lo que mismo que éste le había hecho antes, lanzándole la siguiente copla:

Gachupín de los demonios
¿quién diablos te trajo acá?
Tú me peíste en Tepeaca
y el negro te-pé-acá....

Mucha gente le pedía consonancias aparentemente imposibles; entre ellas hubo un don Francisco Sandoval que le ofreció una dádiva si le podía encontrar consonante al nombre de Cristóbal. No lo pensó dos veces el Negrito Poeta y le compuso la cuarteta a su gusto, obteniendo el estipendio ofrecido:

Un don Francisco Sandoval
(Sandoval, quise decir)
me ha acabado de pedir
consonante de Cristóbal..." (1)


Del Negro Vasconcelos no se supo más, pudo sobrevivir en la ciudad de México ganándose la vida con el ingenio que tenía de hacer versos, tradición que se mantiene aun en Veracruz; su fama fue tal que a mediados del siglo XIX se utilizaba la figura de un "Negrito" en los espectáculos populares más afamados de aquel entonces: los títeres. Hubo una representación que cobró gran fama, en donde la participación de El Negrito era escencial, era la sátira que se hacía al episodio que la Historia Mexicana registró como "La Guerra de los Pasteles" la cual no fue otra cosa que la Primera Intervención Francesa en México. En esta obra satírica El Negrito era un personaje dicharachero y alegre que representaba al pueblo oprimido mexicano, el cual, al final de la obra, luego de criticar, incluso la llegada de Maximiliano, salía orondo y siempre de buen humor; cosa que, si analizamos, siempre ha caracterizado al pueblo de México que, luego de pasar por todo lo que ha pasado, sigue como... "si nada".


Si consideramos que La Lotería Mexicana fue introducida en nuestro país a mediados del siglo XIX y que, en la actualidad, ha ido sufriendo ligeras modificaciones en su diseño original, es hasta ahora que entendemos la razón por la cual aparecen las imagenes de un indio que dista mucho de ser mexicano, pues es un Apache el que se refleja, en cambio El Negrito se asocia más a la mexicanidad por ser propio, escencialmente, de Veracruz... pero, ahora que lo analizamos desde la perspectiva del siglo XIX, si los Apaches habitaban el norte de Sonora y de Chihuaha y más bien se desarrollaron en Arizona y Nuevo México... antes, antes de 1845, esa región era aun mexicana... bueno, no nos adelantemos, ahora estamos viendo al número 6 El Negrito, luego veremos al 38 El Apache.


Si bien el naipe que vemos ahora no forma parte de la Lotería, lo incluyo como referente de como los diseños europeos han ido tomando su propia personalidad en México.




Sobre la historia tan profunda y relevante, amén de importantísima en las artes escénicas de México de José Vasconcelos y su derivación en El Negrito hay un interesantísimo estudio hecho por William H. Beezley, de la Universidad de Arizona, para leerlo entra aquí:

http://historiamexicana.colmex.mx/pdf/13/art_13_2102_18304.pdf






(1).- Roberto Orozco Melo, en El Siglo de Torreón publica una amena remembranza:

http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/87232.aquel-negrito-poeta-hora-cero.html





Sobre los que considero son los significados de algunas imagenes de la Lotería:

http://vamonosalbable.blogspot.com/2011/04/tratando-de-entender-el-significado-de.html





Nota: Las imágenes que vemos aquí son propiedad de Pasatiempos Gallo, S.A. en Querétaro, Qro. En el artículo inicial sobre la Lotería Mexicana aparece el contacto de ellos, en caso de que te interese adquirir una de sus Loterías, la cual por cierto, mantiene las imagenes más apegadas a las originales. Teléfono: 01 800 874 2556; gallo@cypsa.com

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