viernes, 6 de enero de 2012

Epifanía: la manifestación de los Santos Reyes en la Catedral de Colonia, Alemania.

6 de enero, día de los Santos Reyes, día de la Rosca, final de nuestro largo maratón ya institucionalizado que abarca todas las festividades de fin de año. Para hoy tenemos al menos una buena docena de ideas que comentar, espero no confundirme y, sobre todo, no confundirte. Seguimos con el álbum nostálgico abierto y hoy brincamos por tres continentes en tres fechas muy distintas... esto del número tres será algo por demás emblemático y presente el día de hoy pues son tres los Reyes Magos, o Santos Reyes o Magos de Oriente, tres formas de nombrar a esos tres caballeros... ¿o camelleros?: Melchor, Gaspar y Baltasar. La foto es en un oasis del desierto del Sahara tomada en agosto de 1994.

El tres, en la religión Católica, encierra un simbolismo muy fuerte. Quizá sea el número más importante pues el 3 es la representación de la divinidad, es el triángulo apuntando al cielo. Triángulo que, a lo largo de varios siglos se le incluía un ojo central que "todo lo ve", se decía entonces. El día de hoy más que celebrar a los Reyes Magos estamos celebrando la Manifestación. Y al hablar de manifestaciones volveremos a usar el número 3 ya que fueron tres las manifestaciones que El Señor tuvo: La Epifanía, su Bautismo y Canná.

En esta foto y en la anterior y en las TRES siguientes verás el mismo oasis en la población más lejana y ya metida en el Sahara tunecino, se llama Douz. Creo que al ver ésta parte del mundo bien embona en la idea que tenemos de los Santos Reyes, eso de que iban en camellos a través del desierto, solo que, siendo lógicos, no irían por el Sahara, sino por el desierto de Arabia, rumbo a Belén. Pero... Si iban por el desierto, claro es que tendrían que ir en camello, dudo que un elefante resista una jornada sin agua a temperaturas extremas. Entonces ¿por qué, además de un camello, nos representaron a los Reyes en un elefante y un caballo?

Bien sabemos que la religión Católica y, sobre todo, las tradiciones que a nosotros nos llegaron, han sido tomadas y retomadas de civilizaciones más antiguas, se han ido adaptando a través del tiempo y han ido adquiriendo simbolismos acorde a la época en que se va viviendo. Una cosa tan sencilla es lo que hoy experimentamos: la misa de Epifanía que debería celebrarse hoy, 6 de enero, día importantísimo, por cierto, en la iglesia Ortodoxa; ha sido trasladada al siguiente domingo con la evidente razón de que en la actualidad eso de las fiestas de guardar, ya no aplica. (Antes el día de hoy estaba catalogado como: "Doble de 1ª Clase, con Octava".)

Tenemos pues, que los Magos que menciona Mateo (2: 1-12) en su Evangelio "Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén." Esto nos lo explica el padre Juan Croisset (SJ) de la siguiente manera: "Los orientales llamaban Magos á sus doctores, como los hebreos los llamaban escribas, los egipcios profetas, los griegos filósofos, los latinos sabios, y esta palabra Mago, en lengua persa, también signi­fica sacerdote. En todas partes los respetaban sumamente los pue­blos, teniéndolos por depositarios de la ciencia y de la religión".

El asunto de incluir tres razas y tres animales distintos a los Magos, que se volvieron Reyes , según la tradición, comienza quizá en el siglo VI. Es en Rávena, Italia, donde se ubica la primera representación de ellos. En ese entonces el mundo se dividía en tres regiones: Europa, Asia y África, con esta idea se les dieron nombres y características genéticas distintas a cada uno de ellos: el viejo, blanco, representando a Europa: Melchor, montado en un caballo. El maduro, entre moreno y amarillo, representando a Asia: Gaspar, montado en un camello y el joven, de raza negra, representando a África montado en un elefante. Los regalos, bien lo sabemos. Oro, incienso y mirra. Los dos primeros elementos los conocemos, no así la mirra, la cual, entre otras funciones, servía para embalsamar cuerpos.

Una vez alguien, un anónimo, me dejó un comentario que me tiene intrigado. Me decía que si Tezcatlipoca se volvió la representación de Jesucristo y Bartolomé la de Xipe-Tótec, que si sabía a quienes del panteón azteca habían venido a suplantar los Reyes Magos... la duda la tengo aun. Lo que sí tengo bien claro es que hace muchos años, cuando era niño y la idea del Santa Clós aun no llegaba a México, o no había proliferado aun, los regalos que a mi me daban era este día precisamente consistían en TRES cosas, una: zapatos, dos: galletas y tres: un juguete. Pero ¿por qué dejar un zapato para que los Reyes colocaran sus regalos? Imagina a un Santo Rey dejando el regalo debajo de estas botas ahora de moda.

Resulta que en el siglo XV había ya la tradición en la actual Holanda de llevar, en el mes de diciembre un zapato a los templos católicos, esto para que la gente rica colaborara para que los niños no muy afortunados tuvieran el dinero para comprarse algo... Holanda, es decir, los Países Bajos, fueron parte del Imperio Español durante algún tiempo, que era cuando los conquistadores españoles estaban ya asentados en México y trajeron para acá sus tradiciones que no eran precisamente originales de España, sino ya una serie de mezclas entre distintas culturas y épocas que hablar de sincretismos en este caso no aplica... como quiera, aparece allí esa costumbre del zapato... estas cajas de galletas son mi autoregalo de Reyes, pues no concibo el 6 de enero sin atiborrarme de galletas... mera tradición y un poco de nostalgia.

Y cambiamos... te dije que sería al menos una docena de ideas en el escrito de hoy, día de los Reyes Magos. Ahora estamos en Colonia, Alemania; y estamos ante un portento de arquitectura gótica: la Catedral de San Pedro y Santa María, mejor conocida como Catedral de Colonia o por su nombre en alemán Kölner Dom.

La construcción de esta monumental obra comenzó en 1248, hubo necesidad de que pasaran poco más de seis siglos para que fuera terminada, exactamente 632 años. Está considerada como la obra máxima del gótico alemán y fue por muchos años el edificio más alto de todo el mundo. En la actualidad cuenta con una campana de descomunal tamaño que la hace ser, a esa campana de "Pedro el gordo", como se le nombra, la más grande de todo el mundo.

La catedral sufrió daños, al igual que toda Alemania, durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, décadas más tarde comenzó a ser restaurada y fue incluida en la lista de obras del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1996.

La razón por la cual traigo a colación este hermoso edificio que pude conocer en 1994, cuando venía ya de regreso a México y me hice una escala de varias horas con el objetivo primordial de conocerla, yo viajaba a Dusseldorf, lugar en donde se ubica un aeropuerto de vuelos charter, pero, ho maravilla, la estación del tren en Colonia está a una cuadra de la Catedral, así que la pude visitar y me quedó tiempo para conocer una pinacoteca que está detrás del gótico edificio y caminar un poco a la vera del Rhin. Pero... ¿por qué saco estas fotos de Colonia hoy 6 de enero?

El río Rhin cruzado por un enorme puente del ferrocarril, creo era cuatro vías las que allí hay...

Era ya noviembre cuando pasé por Colonia, el frío era insoportable para mí, a pesar de que llevaba una chamarra con relleno de plumas... recuerdo no dar crédito cuando me topé en la calle con un muchacho que paseaba en camiseta... supongo estaba haciendo su servicio militar, por el pantalón verde y las botas que llevaba... pero solo con camiseta! estábamos como a 6 grados!

Y luego vi, en un baño público a una persona que se estaba rasurando, sin jabón y con agua a punto de congelación. No daba crédito a eso... pero no nos desviemos, estamos en el día de los Reyes Magos o Santos Reyes, como los gustes nombrar y...

Y nada, que en la Catedral de Colonia es donde se conservan las reliquias de ellos tres. Fue en el año de 1164 cuando fueron trasladadas de Milán, Italia, a Colonia, Alemania; y allí es donde las podemos ver actualmente...

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