viernes, 4 de mayo de 2012

En el día de la Santa Cruz recordemos los Cués.

 Ayer fue otra celebración del abultado calendario festivo del mes de mayo. Celebramos en México el Día de la Santa Cruz, por consecuencia, el día del albañil. Esta vez no me tocó ver cruz alguna pues la única construcción que hay próxima a donde vivo está ya concluida y leyendo por ahí en torno a la festividad, me entero que es sólo en México que la Iglesia Católica mantiene el 3 de mayo como fiesta de la Cruz, en el resto del mundo es el 14 de septiembre, esto es debido al arraigo que hay de ella. Así pues, me hace pensar en algo que había ya planteado antes, la relación del Cué con la cruz. Vamos por partes.

 El cué es una manera de definir unas pirámides que se localizan en el Bajío, justo en los límites de los estados de Querétaro y Guanajuato. Hasta donde tengo buenamente entendido no hay otras zonas en México que hagan referencia a los Cués que no sea allí. Si ubicas bien esa región, recordarás que es atravesada por dos carreteras, la autopista México-Querétaro, en su tramo Querétaro-Celaya y la carretera 45 en su tramo Querétaro-Apaseo el Grande. Cuando transitas por ahí y observas con atención notarás como, en la planicie del Bajío de pronto aparecen esas formas piramidales, la más notoria y perfecta es "el Cerrito" en el municipio de Corrregidora, Querétaro, la vemos en la siguiente fotografía:

 Los Cués apuntan al cielo, sitio de donde sale la lluvia tan necesaria para que las cosechas sean abundantes y la vida continúe. Los ceremoniales se hacían allí justo, en la cima de los Cués, en las cimas de los cerros... ayer, por ejemplo, manteniendo la tradición, alguna de las comunidades en las faldas del Popocatépetl le hicieron su ofrenda a "Don Goyo" anteponiendo a esto la festividad de la Santa Cruz. Han pasado casi cinco siglos desde la imposición de la religión Católica y aun se siguen dando las manifestaciones de sincretismo.

 Por acá, por el Bajío, esas tradiciones han ido desapareciendo, era común que en todos los pueblos y ranchos en rededor del cerro del Culiacán se hicieran ceremoniales en torno a la Santa Cruz precisamente el día 3 de mayo, incluso hay un pueblo que se llama precisamente Santa Cruz, Santa Cruz de Juventino Rosas, para ser más precisos y, en la cima del Culiacán, había vestigios de algunos pequeños templos, según lo pudimos ver en una antigua fotografía que publicó don Pedro González cuando asistió en 1895 al Congreso de Americanistas.

 Sabemos bien de la precisión astronómica, de la precisión matemática que los calendarios del antiguo México tenían, y así como el 2 de febrero, que conocemos como la Candelaria, esto por las festividades Católicas, pero en realidad es el día de la purificación de la tierra pues es justo la mitad del Invierno. De los 90 días (número cerrado para no meternos en problemas) que se conforma cada estación del año, hemos aprendido que el 21 de diciembre, el 20 de marzo, el 21 de junio y el 22 de septiembre son los cambios de estación, digamos que, si el tiempo es redondo, las cuatro estaciones forman un cuadrado, dentro de ese círculo.

 Y si los inicios de cada estación son importantes, lo son también su punto medio, y en el 3 de mayo, estamos justo en el medio de la Primavera. Y si el 2 de febrero se entiende como la purificación de la tierra y las semillas, el día de hoy es la petición de lluvias... vendrá luego el verano y el día de en medio de esa estación, la Iglesia Católica estará celebrando la Transfiguración. Y a la mitad del Otoño vendrá el Día de Muertos... nada es casualidad en esta vida, mucho menos en el calendario, o más aun, en las festividades.

 Y volviendo al asunto de los Cués, te comento que las fotografías que ves las tomé desde un potente Boxer de Flecha Amarilla, me costó un poco de trabajo por el movimiento, como quiera, podemos apreciar claramente eso que me parece en verdad sorprendente, que está allí y que no le ponemos mucha atención.

 Por este rumbo están dos zonas arqueológicas, una en Querétaro, que está estudiada y bien mantenida, El Cerrito, allí iremos dentro de poco, la otra es una zona abandonada que se llama Tzché, de la cual se sabe más bien poco y observa con atención la siguiente fotografía:

 Es así como se ve esta parte del Bajío desde la loma donde se encuentra esa zona abandonada de Tzché. Sorprendente es la forma en que sobresale ese Cué...

Y, por si acaso tú solo ubicas a Culiacán como la capital de Sinaloa, resulta ser que en el Estado de Guanajuato hay un cerro de forma cónica perfecta, que se llama precisamente Culiacán y viene de la palabra Coluhacán o Culuhuacán... no sé si algún día acabaré de entender todo esto.

Para leer más sobre el cerro del Culiacán, entra aquí:

Sobre la zona arqueológica abandonada de Tzché, entra aquí:

1 comentario:

  1. Caray Benjamín hay cosas tan comunes y cotidianas que por lo mismo ya no las notamos. Si no explicas esto de las mitades de las estaciones me pasan otros 40 años sin que me de cuenta.

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