miércoles, 12 de diciembre de 2012

Las cruces atriales de San Miguel Istla, municipio de Apaseo el Grande, Guanajato.

 Apenas ayer te contaba que una de las primeras imágenes que vi de Istla fue el de su cruz atrial. Pensé se trataría de la tradicional, que encontramos de frente al templo principal. Recuerdo haber visto en esa fotografía una cruz muy elaborada, me pareció algo único pues son pocas las cruces atriales que sobreviven en el estado de Guanajuato, dos de ellas aquí, en Salamanca (donde vivo ahora), una en Irapuato y luego me enteré por un lector que hay una en la ciudad de Guanajuato. Al llegar a Istla fui directo al templo, pensando que sería allí en donde encontraría la cruz atrial... en efecto hay una, pero hecha en cemento que dudo tenga más de medio siglo. Así que, preguntando a la poca gente que topé en la calle, nadie me supo decir nada, hasta que oí de la capilla de San Isidro en donde se ubica una de ellas. ¡Sí, son varias!

 "Al comenzar la década de los setenta, el arquitecto Carlos Flores Marini (hoy de 52 años de edad, casado y padre de 4 hijos) -hay que tener en cuenta que esto fue publicado en 1990, por lo tanto la referencia de edad hay que actualizarla a 74 años- fue contratado para restaurar una casa del siglo XVIII, en Apaseo el Grande, Guanajuato. Ahí oyó hablar por primera vez del pueblo Istla: un lugar olvidado, casi fantasmal, al que sólo se podía llegar a caballo por los cerros. Istla, supo el arquitecto, tenía un atractivo extraño que lo convertía en un lugar único: diseminadas entre las casuchas y la vegetación, existían 72 capillas levantadas entre los siglos XVII y XVIII.

 "Intrigado, Flores Marini decidió hacer el viaje. El camino por el que se accede a Istla se inicia a partir del kilómetro 16 de la carretera Querétaro-Celaya a la altura de la hacienda de Obrajuelo. Las capillas sí existían: el arquitecto pudo contar 40 todas ellas típicas construcciones del siglo XVIII. Los habitantes de Istla habían perdido la memoria histórica y no recordaban quiénes las habían erigido ni con que finalidad; y el avanzado estado de deterioro que presentaban la mayoría de las capillas no eran solo obra del tiempo sino también de un arquitecto italiano, Giorgio Bellioli, quien las había despojado de sus fachadas para usarlas en unas edificaciones de estilo neocolonial que por aquel tiempo construía en la cercana población de Marfil.

 "Fascinado y encolerizado, Flores Marini comenzó a elaborar un proyecto para salvar de la ruina aquel puñado de monumentos. Logró la promulgación de un Reglamento de Protección y Conservación, pero a partir de ahí no encontró nuevos ecos. Los restos coloniales de Istla continúan sumidos en el olvido ante la indiferencia de pobladores y autoridades.

 "Durante las primeras décadas del siglo (se refiere al XX) la Revolución y la Guerra Cristera provocaron el abandono masivo de Istla por sus habitantes: unos se aliaron a las fuerzas rebeldes y otros emigraron tratando de salvar la vida y olvidar los horrores que habían presenciado. Al final, Istla se quedó vacío, la hierba creció sobre los muros y los techos se desplomaron. Junto al lecho del río quedó abandonada, desmoronándose, la que antes había sido una monumental iglesia dedicada a San Miguel Arcángel y fue erigida (según se asienta en el arco del coro) en 1711. En las inmediaciones del pueblo la naturaleza comenzó a devorar el resto de las 40 pequeñas capillas y borronear sus murales.

 "Después de la Revolución, pocos volvieron al pueblo. La mayoría se habían aposentado en otras tierras o murieron. Los que regresaron solo encontraron ruinas. Lo que no habían destruido los años lo derribaron las partidas de bandoleros, federales o revolucionarios. Los emigrados se habían llevado a la tumba las viejas tradiciones y el secreto de sus orígenes. Los jóvenes menos preocupados por el pasado histórico que por sobrevivir, construyeron unas casuchas con piedras de río y arbustos de romerillo y, como si nada hubiera ocurrido, volvieron a trabajar en las extensas tierras del cacique de la región, Manuel Urquiza, cuyas posesiones se extendían hasta las orillas de la ciudad de Querétaro e incluían el terreno sobre el que se asentaba la aldea. La Revolución había sido un mal sueño. Al despertar, todo continuaba igual".

 Hasta aquí dejamos el artículo publicado en la revista Contenido que, supongo, fue el primero -o uno de los primeros- en dar cuenta de la riqueza histórica y artística del pueblo de indios de San Miguel Istla. Las fotografías que ves marcadas con el nombre de Héctor de Mauleón fueron publicadas hace 22 años en la revista Contenido en 1990, las demás las obtuve de la monografía del Sr. Luis Muñoz-Ledo C. y otras una de las monografías -creo la primera- del Cronista de Apaseo, don José G. Buenrostro López. Las fotografías que tienen mi nombre son del estado actual del pueblo de San Miguel Istla.

 Al ver con atención estas fotografías seguramente te están brincando en la cabeza una serie de preguntas, las cuales, no hay necesidad de que me las digas pues son, seguramente, las mismas que me asaltaron a mi cuando leí y vi por primera vez este documento. Hace poco, que tuve la oportunidad de ir a Istla, vi el avance que allí existe, pude ver algunas capillas en ruinas, dos de ellas totalmente recuperadas. La más emblemática, la de La Pinta, ya te la mostré. Dicen que son 4 de las 40 capillas las que se han recuperado totalmente, además de La Pinta, la de San Isidro, la de Ojo Zarco y la de Los Ángeles.... sacando cuentas es apenas 10%. Pero hay quien dice que hubo 60, incluso leí por ahí que eran 72 las capillas que en un área de 4 kilómetros cuadrados había.




 Me falta un artículo más por publicar acerca de Istla, allí te daré los detalles de como llegar a este sito el cual, definitivamente, amerita una visita; no te confundas, fue hace 22 años que el texto que acabas de leer se publicó, en la actualidad hay camino pavimentado para llegar hasta allá. Para concluir por hoy te cuento que no pude ver la cruz atrial que era de mi total interés pues ya, hasta cuando estaba en la Hacienda del Obraje, camino de regreso, me enteré que eso que buscaba se encuentra frente a la capilla de San Isidro que está en la parte alta del pueblo y fue esa zona, justo, la que no recorrí. Espero lograr una segunda visita. Para ver sobre la tradición del Señor de Ojo Zarco, imagen de Cristo que se venera en este lugar, entra aquí.

Fuente:

1.- De Mauleón, Héctor. Las fantasmales capillas de Ixtla, Gto. Revista Contenido, número 322. México, Abril de 1990.

4 comentarios:

  1. Sobre las cruces atriales en el Estado de Guanajuato, en San Miguel de Allende sobrevive la de la Parroquia, que incluso tiene fecha de 1624 y la del hospital de San Juan de Dios, que está empotrada en uno de los muros que rodean al atrio, soy fan de tu blog! Muchas felicidades

    ResponderEliminar
  2. Daniel, gracias por tu comentario. Tengo pendiente esa visita a Guanajuato para ver la cruz que me comentaste hace un par de meses, y ahora me dices de otras más que hay en San Miguel, las cuales, sinceramente, no había considerado... Gracias por tu aportación.

    ResponderEliminar
  3. Sobre las cruces atriales de San Miguel de Allende, la que se úbica en el atrio de la Parroquia del centro son de las cruces que se denominan "cruces de ánimas o de conquista" y pertenció a una de las cuatro cruces denominadas del "cuarto" y que se orientaron a los cuatro puntos cardinales y, que hasta la fecha tiene una gran importancia de culto sobre una de las comunidades indigenas otomies de la ciudad. Existen más cruces en San Miguel denominadas del cuarto que necesitas conocer.

    ResponderEliminar
  4. Hola Benjamin Arredondo Pues yo soy nativa de ixtla y pues buscado información sobre mi pueblo me encontre con tu artículo y pues es muy interesante todo pero pues solo te quiero aser una observación pues el nombre de mi pueblo es San Miguel Arcángel IXTLA. Es solo una pequeña observación.

    ResponderEliminar