jueves, 28 de febrero de 2013

Los santos nuestros de todos los días: La sede vacante.

    En este día que da un golpe de timón en la ruta del Catolicismo qué mejor que presentar un ejercicio fotográfico más, esta vez uno de las imágenes de bulto, llamadas también esculturas o simplemente imágenes de santos. Comenzamos con San Felipe de Jesús, el protomártir mexicano.

 San Bartolomé Apóstol en su parroquia de Rincón de Tamayo, Gto.

 San Atilano Cruz Alvarado, mártir cristero. Parroquia de Teocaltiche, Jalisco.

 San Román Adame Rosales, santo cristero, parroquia de Teocaltiche. Jalisco.

 San Juan de Dios en la parroquia de Teocaltiche. Jalisco

San ?. Templo de las Rosas, Morelia, Michoacán.

 San José María Robles Hurtado, templo de Guadalupe, Nochistlán, Zacatecas.

 El Señor del Encino, en su santuario, Ocotes de Moya, Jalisco.

 San Juan de la Cruz, templo del Carmen, en Morelia, Michoacán.

 San Fermín, templo de las Rosas, en Morelia, Michoacán.

 San Pedro en el santuario del Señor del Monte, Tlalpujahua, Michoacán.

 San Francisco Javier, templo de las Rosas, Morelia, Michoacán.

 San Francisco de Borja, templo de las Rosas, Mrelia, Michoacán.

 San Nicolás de Tolentino, templo de San Agustín, Morelia, Michoacán.

 San Benito de Nursia, templo de San Agustín, Morelia, Michoacán.

 Santa Clara de Asís, templo de San Francisco, Tlahuelilpan, Hidalgo.

 San Isidro Labrador, parroquia de San Francisco, Tarímbaro, Michoacán.

Ecce Homo en la capilla del Señor de la Columna; Morelia, Michoacán.

 Virgen María, templo de San Francisco, Tlalpujahua, Michoacán.

 San Gabriel Arcángel, parroquia de Tlalpujahua, Michoacán.

San ? templo de San Miguel Arcángel, Ixmiquilpan, Hidalgo.

 San ? templo de San Francisco en Tlalpujahua, Michoacán.

 El Divino Niño y san ?, templo de San Francisco en Tlalpujahua, Michoacán.

 San Nicolás de Tolentino, San Miguel, la virgen del Pueblito.

 La Divina Pastora, templo de Guadalupe, Atlacomulco, Estado de México.

San Martín de Porres, la Inmaculada Concepción, el Sagrado Corazón de Jesús. En el templo de San Miguel Arcángel en Ixmiquilpan.

 Sagrado Corazón de Jesús. Templo de san Francisco, Tlahualilpan, Hidalgo.

 Santa Teresa de Ávila. templo de San Miguel Arcángel en Ixmiquilpan, Hidalgo.

 Santa Rita de Casia, templo de San Miguel Arcángel en Ixmiquilapan, Hidalgo.

 San Martín Obispo, templo de San Martín, Alfajayucan, Hidalgo.

 San Antonio de Padua, templo de San Miguel Arcángel en Ixmiquilapan, Hidalgo.

 San Vicente de Paul, templo de San Martín en Alfajayucan, Hidalgo.

 San ?, templo de San Bartolomé, Tepetitlán, Hidalgo.

 San Bartolomé, templo de San Bartolomé, Hidalgo.

 Nuestra Señora del Carmen, templo de

 San Martín Caballero, templo de San Martín, Alfajayucan, Hidalgo.

La Santísima Trinidad. templo de San Martín, Alfajayucan, Hidalgo.

Con todo esto y más, Non Habemus Papa!
28 de febrero, 2013. 10:00 hrs.

El perro que quería ser actor.

   Esto que ahora ves sucedió apenas hace un par de días en Jilotepec, Estado de México, acababa de llegar  en esta parte del recorrido -por cierto, vamos ya en el día 19- que hice por el estado de Hidalgo;  eran cerca de las dos de la tarde cuando vi una gran concentración de gente en rededor del jardín principal, el cual estaba bloqueado y no se podía circular por allí, se veían cámaras profesionales por distintas partes, todas enfocado a unos vehículos que parecían estar colisionados. Evidentemente se traba de la filmación de una escena para el cine o la televisión.

   Había una persona que, con toda la parafernalia propia de estas producciones, daba instrucciones a todo mundo en rededor a través de un megáfono, pedía que se retiraran de ciertas zonas para evitar que aparecieran en la escena, decía que no hubiera gritos ni risas durante la filmación, que habría primero ensayos y pedía a todos colaborar para no tener que repetirla una y otra vez.

   La tranquilidad rutinaria de un pueblo estaba detenida, todos los escolares que apenas habían salido de sus  centros educativos estaban allí, era lunes, día de rendir honores a la bandera, así que muchos uniformes se veían. Sería esta una de las pocas ocasiones en que se vería una filmación justo en el momento en que se hace, usando términos de esa industria sería una filmación "en vivo". Más y más gente llegaba.

   Me acomodé detrás de una de las cámaras, la que filmaría de frente todos los acontecimientos, se veía que esto sería una escena propia de la lacra que vivimos y que se ha dado en llamar "narcocultura", esto lo detectaban los atuendos: camisas propias del estilo norteño, igualmente los sombreros, los cuernos de chivo, y la vistosa joyería.

   Cada quién se disponía a tomar sus lugares y de pronto apareció un perro, de esos muy amistosos, creo era labrador, color miel que, evidentemente, andaba en busca de comida, husmeaba por todos lados, fue entonces que se dio la orden de que comenzarían los ensayos, a la voz de "acción" comenzaba una escena de una aparente persecución y un encuentro a balazos entre dos bandas, la gente, -los extras- corrían aterrorizados y algunos caían abatidos por las balas, fue entonces que el perro comenzó a entrar en acción pues, al correr los extras, el corría detrás de ellos pensando que era esto un juego.

   Se hizo un segundo ensayo pero fue imposible sacar al perro de la acción, comenzó a captar la atención de todos los que allí estábamos pues era muy curioso que en esa especie de solemnidad de los actores y extras el perro se integrara con su habitual naturalidad. Vino entonces la orden de que todos a sus puestos pues comienza la filmación y el perro hizo lo propio.

   La escena consistía en que se daba un tiroteo entre los dos grupos de camioneta a camioneta, quedando un vehículo de por medio, la gente salía corriendo, se daba la balacera y al ser muerto uno de los conductores, su vehículo se impactaría en otro, los efectos especiales dejaban oír los balazos y al darse el golpe entre los vehículos se magnificó el choque, varios caían heridos, sangre aparecía por todos lados y fue entonces que el perro se robó la escena pues él, impactado por lo que estaba ocurriendo comenzó a correr por todos lados, alterado por los ruidos, olisqueaba a los heridos y verificó en cada uno de ellos a través del olfato, lo que allí estaba ocurriendo.

   En la siguiente secuencia fotográfica te darás cuenta de que aparece el perro en casi todas las fotos, indudablemente que este anónimo personaje se integró perfectamente a la escena filmada, manteniendo siempre su nobleza animal.