sábado, 16 de noviembre de 2013

San Gil y Romos, dos estaciones del tren abandonadas en Aguascalientes.

  Ya desde 1850 se pensaba en la necesidad de que México fuera moderno y que requería de un sistema de comunicación rápido, eficiente y accesible. Pleitos hubo para lograr la primera ruta: de México a Veracruz en el llamado Ferrocarril Imperial Mexicano. La más avanzada tecnología se implementó entonces para desarrollar en esos menos de 300 kilómetros y las complicaciones mayores, pues consistía en llevar el tren del nivel del mar en el Puerto a los 2500 de la ciudad de México. Y se logró hacer. Al poco, con la idea de Porfirio Díaz de modernizar al país se hizo el trazo del Ferrocarril Central Mexicano, primero a Querétaro, luego se extendió hasta León y Aguascalientes, poco tiempo después llegaría a la frontera en Ciudad Juárez. Más rutas se extenderían, apenas estaba por concluir el siglo XIX y México tenía ya tendidos a Laredo, Manzanillo y Nogales.

  Haciendas y Ferrocarriles se volvieron símbolos del progreso y la "pax porfiriana", un ejemplo claro lo tenemos en Atequiza, Jalisco, en donde se conjugaron a la perfección ambos elementos. La Revolución se hizo en tren, eso lo sabemos y para ello tenemos imágenes tan clásicas, verdaderos íconos de nuestra cultura, en donde el tren está presente. Vendría luego la época del presidencialismo y los ferrocarrileros estaban siempre presentes en los eventos políticos. Recuerdo que, en 1987, cuando el cierre de campaña de Carlos Salinas, el estruendo de los silbatos de tren inundaban el zócalo. Pero, de pronto, el tren de pasajeros dejo de funcionar, creo 94, ya con Zedillo en la presidencia. Y las estaciones de tren no tuvieron más función, fueron abandonadas.

  En los ya casi cinco años de publicación diaria en El Bable, continuamente recibo comentarios y lamentos del abandono de haciendas, de templos y de tantas otras construcciones que son parte del patrimonio colectivo de todos los ciudadanos de este país. Por desgracia a esa larga lista de edificios abandonados y en desuso debo agregar un concepto más: las estaciones de tren. ¿cuántas son? no lo se a ciencia cierta pero son centenares. Esta que ahora vemos es la de San Gil, la cual guarda una historia interesante, se ubica en la ruta Aguascalientes-Tampico vía San Luis Potosí.

  Era este un punto estratégico, dada la proximidad de las minas de Asientos, vemos allí vestigios de esa planta de embarque de los productos de la mina hacia Aguascalientes en donde se encontraba la Gran Fundición Central Mexicana. Vemos la bodega de la Mina Santa Francisca, todo en el abandono.







  Esta otra estación corresponde al Ferrocarril Central Mexicano, aunque no está propiamente en el pueblo de Rincón de Romos, sino cerca de allí, lleva ese nombre. Al pasar por el sitio vimos algo bueno que nos dice del interés que hay por mantener, al menos visibles estos sitios pues un grupo de ciudadanos estaba borrando los desagradables grafitis que le habían hecho, pero, como lo vemos, la estación está en el abandono.








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