viernes, 27 de noviembre de 2015

La participación de Alonso de Villaseca en la construcción del Camino Real de Tierra Adentro.

   Parece ser que el tema del Camino Real seguirá presente por mucho tiempo en este Bable. Ahora, buscando datos de x-y-z cosas, caigo por mera casualidad en el tema. Y menudo dato es el que encuentro y que, claro es, comparto contigo que seguramente estás tan interesado en él como yo lo estoy. Recordarás que la última vez que abordé el tema fue en esa relación entre Cristos y el Camino Real de Tierra Adentro y lo que allí vimos fue una constante: la presencia de un personaje involucrado directa o indirectamente con el culto a una imagen que, invariablemente es un Cristo, el cual igual es blanco que negro. El personaje en cuestión es Alonso de Villaseca, uno de los españoles que más riqueza acumuló en la digamos segunda oleada de pasajeros de indias, es decir, aquellos españoles (o europeos) que se embarcaron al Nuevo Mundo con el fin de “hacer la América”.

   Pensaba, erróneamente, que su riqueza había venido por el control del cacao, pero veo que no es así, pues en el texto que leerás a continuación, vemos que ocurrió con él lo que con tantos otros españoles que vía el “braguetazo” casa con acaudalada dama y hábil (o astuto) que era en los negocios, crece la fortuna a niveles insospechados. La fortuna viene asociada a las inversiones que hace en la minería, de allí –creo- nace la relación de su persona con los Cristos del Camino Real pues bien lo sabemos que ese camino comunicaba esencialmente a las minas del norte (en el entendido de que hubo un tiempo en que Guanajuato era el norte de México, igual lo fue Zacatecas, incluso el norte o frontera norte lo llegó a ser Ixmiquilpan, lugar en donde estaba una mina de las muchas que tuvo don Alonso de Villaseca.

   “A partir de 1540 se inicia una expansión hacia el norte, pero ya no por soldados profesionales, sino por misioneros y propietarios de ranchos. Ante el problema chichimeca se delineó una estrategia (lenta pero segura) en la que: a) se establecería una línea de presidios (que después se convirtieron en ciudades, como San Miguel el Grande, Celaya, o Aguascalientes), b) se fomentó el avance paulatino de rancheros españoles e indios sedentarios, principalmente otomíes y tlaxcaltecas, c) se dieron tierras y protección a algunos grupos chichimecas que aceptaron vivir en paz en puntos fronterizos y d) se otorgaron encomiendas y tierras a soldados de Cortés en tierras chichimecas. Uno de ellos fue Juan Jaramillo (uno de los conquistadores de Tenochtitlán), quien recibió la encomienda de Jilotepec en 1543.

   En nuestra región de estudio, a fines de la primera mitad del siglo XVI, Ixmiquilpan se constituyó en un importante centro minero con enclaves en Cardonal y Zimapán. En 1548 se mencionan las minas de Santo Tomé, mientras que en 1569 había dos reales, Santa María y San Juan, separados por media legua. El Cardonal fue fundado hacia finales del siglo XVI, dado el descubrimiento de nuevos yacimientos de plata (1) (obsérvese que su nombre es español, no indígena). Otros asentamientos mineros pertenecientes a Ixmiquilpan en el siglo de la conquista fueron Chalchiutepec, al norte, y Santa Cruz de los Álamos o Pechuga (2). Algunos mineros que tenían fundos tanto en Ixmiquilpan como en Zacatecas (entre quienes podemos mencionar a Cristóbal de Oñate, Luis de Castilla, Alonso de Mérida –que era encomendero de Metztitlán–, Rodrigo de Rivera, Pedro de Medinilla y Alonso de Villaseca), construyeron en 1551, con ayuda de las autoridades, una vía que entroncaba con el recién construido “Camino Real de Tierra Adentro”, es decir, la vía México-Zacatecas.

   "Alonso de Villaseca, uno de los hombres que más se enriquecieron a mediados del siglo XVI sin ser encomendero, debido a la expansión minera y a la explotación de los indígenas (3), poseía propiedades agrícolas en Jilotepec, Ixmiquilpan, la Huasteca y Metztitlán; y mineras en Pachuca, Ixmiquilpan, Guanajuato y Zacatecas. En parte, debe su fortuna a su matrimonio con doña Francisca Morón, hija de padres muy ricos (4). Entregó cuantiosos donativos a la Compañía de Jesús y mandó edificar en Chilcuautla un pequeño templo (5). Los mineros de Ixmiquilpan solicitaron al virrey Luis de Velasco su intervención para la construcción del mencionado ramal: “Es muy necesario que este camino sea abierto y mejorado para que por él puedan pasar carretas, pues es una ruta muy importante”

   El 6 de abril de 1551, el virrey comisionó a Diego Flores, corregidor de la cercana Atitalaquia, a investigar esta petición. Además, debía hacer un estudio sobre la ruta, los implementos y la mano de obra indígena con la que se podría contar. Después de la inspección informó al virrey: “El dicho camino es muy deseable e importante para el servicio de Su Majestad y sus ingresos reales, además de ser ventajoso para los individuos que lo piden...”

  "Flores informó que no se perjudicaría a los indígenas en sus tierras y sugería a los indios de Jilotepec y Tula para el trabajo, previa dotación de las herramientas necesarias para estas labores. También señalaba la urgencia de terminar el camino antes de la temporada de lluvias" (6).

Fuentes:

Todo el texto entrecomillado fue tomado de: Vergara Hernández, Arturo.  Las pinturas del templo de Ixmiquilpan ¿Evangelización, reivindicación indígena o propaganda de guerra? Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Pachuca, 2010, pp. 71-74

Las siguientes son las referencias que el autor hace en su texto:

1.-  Modesto Bargalló, La minería y la metalurgia en la América española durante la época colonial, México y Buenos Aires, 1955, p. 204.   1955, p. 204. 

2.-  Peter Gerhard, Geografía histórica de la Nueva España 1519-1821. Universidad Nacional Autónoma de México, p. 160. 

3.-  Su caudal se estima en más de un millón y medio de pesos, y sus rentas en 150 mil ducados. Gilda Cubillo Moreno, Los dominios de la plata: el precio del auge, el peso del poder, empresarios y trabajadores en las minas de Pachuca y Zimapán, 1552-1620. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Colección Divulgación, 1997, p. 146. 

4.- Joaquín García Icazbalceta, “Las liberalidades de don Alonso de Villaseca”, en Divulgación histórica, v. II, 1939, p. 279. 

5.-  “Para que Diego Flores vaya a ver los caminos que van desde Ixmiquilpan a los Zacatecas y haga relación, 6 de abril de 155”1. agn, Mercedes, III, 607.

6.- Ibidem

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