sábado, 15 de abril de 2017

La cúpula ovalada del tempo de San Vicente en la ex Hacienda de Garma, Valle de Santiago, Gto.

   Ya desde la época virreinal comenzaron a surgir templos en la zona rural de México. Tan solo en la periferia de la ciudad española de México fray Pedro de Gante construyó algo así como 500 capillas, por el Bajío fueron los agustinos quienes iniciaron la evangelización. Su asentamiento fue en Yuriria y de ahí comenzaron a ir en rumbo norte. Hubo la necesidad de construir "visitas", sitios ubicados a una jornada para que pasaran ahí la noche y pudieran seguir su proceso de conversión de naturales.

   Para 1734 Jornada se definía como "La marcha que regularmente se puede hacer en un día". De este modo, siendo el Convento de Yuririapúndaro la sede, la primera jornada que hacían era a La Magdalena o a San Jerónimo, la siguiente sería en Santa Rosa, toda esta región se enclava entre las llamadas "7 Luminarias". Continuaba el derrotero rumbo norte a San Nicolás de Guantes, sitio que luego se convirtió en propiedad de los frailes agustinos asentados en su convento de Salamanca.

   Siendo que en aquellos tiempos las propiedades eran enormes pienso que esto que ahora vemos, San Vicente de Garma, es un desprendimiento de la Hacienda de Guantes. Si consideramos que una hacienda en el siglo XVII, cuando era de los mencionados frailes, consistía en varias sitios de Ganado Mayor (no porque criaran reses, sino porque así se denominaba a un área de 1,775 hectáreas; y no fue uno, sino varios los recibidos, fundamento eso de que San Vicente haya sido parte de Guantes.

   Fechas y datos precisos no tengo. La razón por la cual llegué ahí fue además del gusto que tengo de recorrer edificios cargados de años, fue por la cúpula que el templo dedicado a San Vicente de Paul ostenta. Este templo fue parte de la Hacienda como marcaba la tradición eminentemente católica de tener un templo o capilla en cada asentamiento humano numeroso, como lo fue este lugar. San Vicente para 1900 contaba 777 habitantes. La extensión era de 513 hectáreas aproximadamente.

   Esto fue lo que me atrajo, la forma tan particular y diferente, de su cúpula, eso lo había comentado ya en otro post, ahora que tuve la oportunidad de conocer el templo por dentro, me sorprendo aun más.









  La Hacienda de San Vicente, por este chacuaco que vemos ahí, seguramente fue azucarera, dado que, a finales del XIX, esta región, especialmente la de Jaral del Progreso, basó su economía en la producción de caña de azúcar y para la producción de azúcar eran indispensables estas chimeneas. En la actualidad está el rancho de San Vicente de Garma y, junto a su templo el caso de la Hacienda de Garma de Manzano, la cual es rentada para eventos, el interior lo puedes ver en el siguiente enlace.


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